Cuando eres un jovencito hambriento de pollas como Mark Humper, los sótanos de los edificios sociales son tu coto de caza. Hoy, el ansia da sus frutos: no uno, sino dos tíos con pollas grandes están esperando para rellenar su culo blanco. Maltos, el infame matón portugués, ya está acariciando su carne en las sombras, listo para poseer al chico. Pero no está solo. Con él está Anis, un nuevo alfa argelino que acaba de mudarse al barrio, y ha venido preparado. Anis lo tiene todo: polla gruesa, abdominales marcados, ojos serios y energía callejera en estado puro. Es el tipo de tío que no pregunta dos veces: agarra, empuja y folla hasta vaciarle las pelotas. Mark se arrodilla como la zorra amaestrada que es, alternando entre sus pollas, babeando, ahogándose, suplicando ser utilizado. Luego le dan la vuelta y se turnan para destrozar su estrecho agujero, follándoselo con saliva a cada embestida. Sudoroso, crudo, clandestino y dominante: así es Citebeur. ¿Y Mark? Está en el paraíso. Usado, estirado y lleno de polla. No te pierdas este asqueroso festival de sexo de tres culturas.
