Said el Caïd está de vuelta, y viene con las bolas llenas. Este macho argelino del extrarradio de París es puro poder callejero: viril, dominante y con una verga gruesa y peluda. Queda en un garaje escondido con su sumiso favorito: un morenito beur que vive para mamarla hasta el fondo. El encuentro es sucio, directo y sin romanticismo. El chico cae de rodillas y abre bien la boca para recibir esa polla gigante. Said le agarra la cabeza y le folla la garganta como un verdadero jefe. Babeo, arcadas, olor a macho: esto es porno gay callejero 100%. Al final, el chorro caliente y espeso baja por la garganta del sumiso mientras Said gime satisfecho. Sexo oral brutal entre árabes calientes de barrio.
